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jueves, 4 de febrero de 2016

LA BAUHAUS, MOVIMIENTO DE LA ARQUITECTURA

La Bauhaus


Fue fundada en 1919 por W. Gropius tras la guerra. Los primeros colaboradores que tendrá Gropius en la Bauhaus serán: J. Itten, el pintor L. Feininger y el escultor y grabador alemán G. Marcks. A ellos se unirán con posterioridad A. Meyer (antiguo colaborador de Gropius), el pintor G. Muche, P. Klee, W. Kandinsky y Moholy - Nagy.
El propio Gropius definirá las características principales de la enseñanza impartida:
Paralelismo entre enseñanza teórica y práctica. Había maestros dedicados a enseñar su experiencia técnica y otros dedicados a una labor artística. Esto vino dado así en un primer momento, debido a que no era posible encontrar artistas con suficientes conocimientos técnicos, ni artesanos con imaginación suficiente para resolver los problemas artísticos.
El contacto continuo con la realidad del trabajo. Gropius buscó encargos prácticos para la Bauhaus en los que pudieran poner en práctica sus conocimientos tanto profesores como alumnos.
La presencia de maestros creadores. La Bauhaus permitía que sus profesores realizasen también un trabajo privado al margen de la escuela. Producía según Gropius una “atmósfera creativa“ esencial para la escuela.

Frente a la polémica entre la artesanía y la industria que se venían desarrollando en el seno de el Werkbund desde hacía un decenio, Gropius no escoge ni uno ni otro término. Piensa que la artesanía no es una creación pura ya que tiene siempre detrás un cierto desarrollo técnico; ni la industria es pura labor manual ya que la máquina misma plantea un problema creativo.
Hauser dice que el estancamiento producido por la revolución industrial en el desarrollo artístico; es decir, la ventaja adquirida por el desarrollo técnico sobre el intelectual, debe atribuirse a que el ritmo alcanzado por la evolución técnica ha sido tan rápido que el  desarrollo intelectual no lo ha podido seguir.
La filosofía de Gropius pretendía crear una nueva pedagogía, basada en el trabajo en grupo que acabaría insertando poco a poco la artesanía en la industria. Es decir, que pretendía recuperar los valores de la antigua tradición artística (que históricamente se expresaron en forma de trabajo en grupo) en introducirlos en la vida de la sociedad moderna.
Los primeros años de la década de los años 20, la situación económicamente difícil en la que está inmersa Alemania, hace que la actividad constructiva de la Bauhaus sea pequeña. En 1923 se hace la primera exposición pública de su actividad desarrollada hasta entonces. (Leer texto pág. 440 - 441).
A partir de 1924 la situación económica del país mejora y la Bauhaus empieza a recibir encargos de la industria. Pero en el debate cultural que propone la Bauhaus se introducen razones políticas y las autoridades de Weimar crean a Gropius tantas dificultades que en 1924 decide abandonar la ciudad. La escuela se traslada a Dessau. La construcción de los nuevos edificios en Dessau, hace que la escuela se comprometa en una tarea concreta pero a la vez vasta.
Gropius se reserva para sí mismo el proyecto arquitectónico del edificio para la Bauhaus. Es una construcción que comprende un cuerpo para la escuela y otro para los laboratorios, unidos por un puente en el que se hallan las oficinas administrativas. A todo esto hay que añadirle un espacio para la vida comunitaria y un ala con 5 pisos para las habitaciones-estudio de los alumnos.
El tipo de acabado que Gropius le da a su edificio, no es elegido de forma caprichosa. Utiliza un revoque blanco que agrava los problemas de conservación del edificio. Pero esto debe considerarse dentro de unos valores arquitectónicos determinados. Si la arquitectura no debe limitarse a representar las aspiraciones de la sociedad, sino contribuir a realizarlas, las obras arquitectónicas serán válidas por la vida que en ellas se desarrolla y no permanecerán como objetos naturales independientes de los hombres. La “nueva unidad“ entre arte y técnica que Gropius enseña en la escuela, se verifica en el propio edificio.
Realizó un edificio hasta cierto punto monumental, sin alejarse lo más mínimo de la escala humana. La enseñanza de la Bauhaus durante el período de Dessau se completa aprovechando la experiencia precedente y 5 ex-alumnos de la propia escuela serán seleccionados como directores de los talleres, con lo que la enseñanza técnica y formal se conseguirá reunir en la misma persona.
En 1928 Gropius dejará su cargo de director a H. Meyer y abandona la escuela, en el momento en el que cree que la estabilidad de la misma está asegurada. Y también se retira para poder ejercer más libremente su profesión y se dedicará a realizar proyectos urbanísticos que le exigen mucho tiempo que debe restar al dedicado a la enseñanza. Podemos analizar las consecuencias del cambio metodológico impulsado por Gropius:
La concepción del proyecto como una actividad unitaria dividida en muchas partes y niveles.
Cada proyecto o cada intervención debe resolver un problema particular pero al mismo tiempo debe poder transmitirse y ser comunicada y servir como precedente y referencia a otras intervenciones.
La arquitectura no debe ser considerada como el espejo de los ideales de la sociedad y ni tan siquiera una fuerza capaz de regenerar la sociedad, sino que se debe entender como un servicio necesario para la vida en sociedad. La arquitectura no debe pretender remediar los males y problemas de la sociedad, en parte porque su modo de actuar depende de las características y tendencias de la sociedad en cuyo seno se desarrolla. 
La arquitectura no debe pretender estar enfocada exclusivamente a producir obras de elevadísima calidad; ni debe aspirar a crear ingentes producciones ignorando el tema de la calidad de esa vasta producción; sino que debe buscar el punto intermedio entre calidad y cantidad.

Gropius dice que se viene contraponiendo las oportunidades cualitativas de la artesanía a las cuantitativas de la industria. Dice que se debe descubrir en la misma industria las posibilidades cualitativas que nos ofrece. La estandarización produce economía de dinero y de pensamiento.
En la Bauhaus la parte cualitativa la representaban los pedidos industriales y la cuantitativa la representaban las imágenes que salían de los estudios de los pintores. Una actividad, la de los pintores, que no estaba encerrada en reglas preestablecidas como la perpendicularidad o la uniformidad de los colores propios del neoplasticismo.
La mediación entre calidad y cantidad estará regida por la razón, que deberá ir aclarando las referencias a estos dos polos. Gropius no quiere discutir si el cálculo tiene primacía sobre los sentimientos o si la deducción está por encima de la intuición; simplemente se preocupa de que todo esto pueda ser puesto en práctica y luego analizado.
Fuente Historia de la Arquitectura del Arq. Leonardo Benévolo

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